jueves, 29 de septiembre de 2016

DIOS PADRE: "ESTOS SON LOS TIEMPOS DE MARÍA SANTÍSIMA. ELLA HA VENIDO COMO MAESTRA Y GUÍA"...

MENSAJE DE DIOS PADRE
"ESTOS SON LOS TIEMPOS DE MARÍA SANTÍSIMA. ELLA HA VENIDO COMO MAESTRA Y GUÍA". 



Como en alas de águila Yo subo a todos aquellos, que son Míos, a las alturas. Como en alas de águila Yo separo a los Míos de todo aquello que no les deja desarrollar libremente su espíritu. Como en alas de águila Yo permito a los Míos alcanzar las alturas para que ahí aniden Conmigo junto a Mi Corazón.
Hijitos Míos, todos aquellos que han querido alcanzar las alturas por haberme recibido en su corazón, por haber puesto en práctica Mis Palabras y Mis Preceptos y por haberlos compartido con sus hermanos, van a recibir, en breve, su gran premio, la Gran Vida, que se derramará en pleno en vuestro corazón.
Os he explicado muchas veces las maravillas que se obtienen, ya desde la Tierra, por vivir en Mí. Gozos de Cielo en la Tierra, mi Presencia Real y Divina en vuestro corazón.
Yo he ido por todos los pueblos de la Tierra derramando Gracias y Bendiciones, tocando corazones para su conversión y para que lograrais alcanzar alturas, fuera de lo común hasta ahora, para la gran mayoría de Mis hijos.
Mi Hija, la Siempre Virgen María, os ha llevado las Palabras de Mi hijo y Mi Voluntad en ellas. Se ha aparecido por todos los rincones de la Tierra para mover vuestros corazones a la vida espiritual gravemente afectada por vuestra indiferencia. Ha buscado mover vuestros corazones al arrepentimiento, para que pudierais vivir santamente y bajo las órdenes de amor que Yo dispuse se cumplieran desde el Principio de los Tiempos. Ha venido hasta vosotros para recordaros que vuestro Dios es un Dios vivo, un Dios que da vida a todos aquellos que a Él se acercan, que tienen un Dios bondadosísimo que olvida todo el pasado pecaminoso de su creatura cuando esta, de corazón, se arrepiente de toda su maldad.
Os ha venido a recordar que tenéis entre vosotros y en vosotros a un Dios vivo que escucha vuestras necesidades de cuerpo y alma. Os ha venido a recordar la nobleza y la que pertenecéis y que no es bueno que los hijos del Rey se encuentren entre los puercos, malcomiendo de las sobras de estos.
Os ha venido a recordar que vuestra vida debe estar llena de luz, de Mi Luz y que no es bueno que caminéis tropezando a cada momento, porque ahora vivís entre tinieblas y de ello no queréis daros cuenta.
Mi Hija Santísima, conociendo perfectamente las urgencias de Mi Corazón, ha querido llevaros Mis deseos de conversión, de salvación, de purificación, para elevaros a las alturas de Mi Corazón. Ella, como Águila Santa y Bella, os lleva a las alturas espirituales, recordándoos las Palabras, los Pensamientos, los ejemplos vividos de Su Hijo y, también, Mi Ley dada por los profetas.
Mi Hija Santísima, Madre vuestra, se ha querido dar, en estos tiempos, para anunciaros la Segunda Venida de Mi Hijo y para ello os ha ido preparando. Ha ido preparando el camino de vuestra mente y de vuestro corazón, para que podáis aceptar, gozar y agradecer de corazón, lo que pronto vuestros ojos y vuestra alma verán. Vuestra Madre Santísima ha querido, ella misma, reunir el santo rebaño de Su Hijo Jesucristo. Ella ha venido a recordaros lo enseñado por Su Hijo y os lo ha enseñado basándose sólo en Su Palabra.
Ella, la Toda Pura, la Toda Santa, la Toda Inmaculada, la Toda Humilde, Me ha pedido esa maternidad universal para protegeros como una madre protege, aún a costa de su propia vida, a sus hijos. Esta maternidad, confirmada ante la Cruz del Calvario, os asegura Su Bendita protección.
Hijitos Míos, os pido abráis vuestro corazón, vuestra mente, todo vuestro ser, a las Palabras que vuestra Madre Celestial os está recordando. Ella desea llevaros a las Grandes Alturas, al Cielo mismo, a la Vida Eterna. Ella conoce las riquezas infinitas que en él tengo reservadas para todas las almas sencillas, dóciles y obedientes, que deseen venir a Mí, por intercesión Suya.
Una madre siempre tratará de dar lo mejor a sus hijos. Ella se sacrificará, en lo personal, para dar primero a los hijos y luego ella tomará para sí. Primero vestirá bellamente a sus hijos y luego ella se vestirá.
Una madre, una verdadera madre, es reflejo precioso de Mi corazón. Una madre, una verdadera madre, es amor. Una madre, pero una verdadera y santa madre, hará todo lo posible para preparar a sus hijos a presentarse felizmente ante su Creador, con la frente en alto, al haberlos educado en la verdadera Fe, al haberlos enseñado a vivir como otros verdaderos cristos y al haber dejado huella entre sus hermanos por haber vivido y enseñado el Amor verdadero de Su Dios.
Hijitos Míos, estos son tiempos de María Santísima, por ello, Su Presencia en todas partes de la Tierra, para prepararos, para vestiros con las vestiduras de la Gracia y de la Virtud y para guiaros al Nuevo Reino de Dios en la tierra, cuando la Segunda Venida de Mi Hijo se realice.
Ha venido como Maestra y Guía de toda la humanidad, para enseñaros y llevaros hacia las Verdades que Mi hijo os enseñó y para que las viváis ya, desde estos momentos, para que no sintáis el cambio ante la presencia Real de Mi Hijo, cuando llegue a vosotros.
Si el Nuevo Reino de Mi Hijo va a ser de Paz, de Amor y de Vida Divina, deberéis aceptar lo que Ella os pide para que os sintáis en familia cuando la Nueva Jerusalén baje a vosotros.
Si una persona aprende el idioma, las costumbres, la forma de ser del país al que en un futuro cercano llegará, el cambio no se le va a hacer drástico, porque ya lo vivió de antemano. Así os está preparando Mi Hija, al daros los consejos para que ya desde ahora viváis de la forma en como se va a vivir en Mi Nuevo Reino sobre la Tierra. El cambio no se os va a hacer difícil, es más, lo desearéis de antemano, al conocer ya desde ahora las dulzuras y maravillas que se vivirán en breve.
Que esté alegre vuestro corazón ya desde ahora. Quitad de vuestro corazón toda pena o contrariedad que os haga sentir temerosos o nerviosos del futuro cercano. Al contrario, pedid con insistencia el regreso de Mi hijo, porque ya vuestro corazón lo añora y vuestra alma desea unirse a la de su Redentor.
En los que son Míos no debe haber temores, ni dudas ni incertidumbres, ya que todo lo Mío es bello, está envuelto de Mi Paz y de Mi Amor y los que son Míos no pueden ser dañados por el mal.
Los Míos ya han empezado a alcanzar las cumbres por medio de Mi Hija, Águila Celestial, que ahí os ha llevado, pero faltan muchos, muchos hijos Míos que no quieren abrir su corazón a las Verdades de la Fe. Por favor, orad por ellos, sacrificaos por ellos, interceded por ellos, porque todos sois Mis hijos y hay lugar para todos en Mi Reino Infinito.
Los que ya son Míos entienden perfectamente estos deseos de Mi Corazón y ya se han unido fiel y dócilmente a los deseos y a las necesidades de Mi Hija, la Siempre Virgen María.
El Gran Premio está a las puertas. Orad intensamente para que todos vosotros podáis tener derecho a él.
Yo os amo infinitamente y os bendigo, como sólo un Padre puede bendecir a sus hijos, con el Corazón en la Mano y con los mayores deseos de daros una vida eterna llena de regalos hermosísimos.
¡Confiad ciegamente en Mí!


DIOS PADRE

sábado, 17 de septiembre de 2016

DIOS PADRE: Clamad ahora a la Sangre Preciosísima de Mi Hijo amado Jesucristo para que podáis ser protegidos de las fuerzas del mal...

BAJO LA MIRADA DEL PADRE
Recibido por “El Discípulo” el 25 de agosto de 2016



Amada Humanidad os habla vuestro Padre

… escuchad …

He observado detenidamente las acciones de los hombres en la Tierra que por amor he creado.

He sometido toda la creación y todas las cosas a Mi amado Hijo a Él le he otorgado todo poder sobre la Creación y sobre todos Mis hijos. El Cordero Inmaculado cuya Sangre redimió de una vez y para siempre la creación entera.
Yo Soy un Padre Creador y amo la vida.

Mía es la naturaleza, los astros, los mares, desde siempre existo y para siempre soy Dios.
Antes de Mí y después de Mí no existe para el mundo ninguna forma de salvación eterna sino es por la Sangre Preciosísima de Mi Hijo amado Jesús.

Más, sin embargo, Mi Justicia está sobre el mundo, pues Yo Soy Justo y Santo.
Tendré misericordia de todo aquel hijo Mío que vuelva a Mí, arrepentido de sus culpas, implorando Mi perdón, Mi gracia y Mi Paz.
Espero a todos para abrazarlos y llenarlos de Mi amor, antes de que llegue el Día Grande de la Emancipación, de la Restauración mediante la Purificación.

¿Qué mensaje podría hoy transmitirle al mundo si no un nuevo llamado a la reconciliación?


A pesar de que Yo Soy El que Soy tiene dominios sobre toda la creación siempre respetaré el libre albedrío de la criatura humana: Quiero su voluntad y su conciencia, su alma solo para Mí, por eso soy un Dios celoso, no solo de Mi Gloria sino por Mi criatura débil, frágil que es el hombre.
Gran importancia tiene para Mí el corazón del hombre el cual al ver, incluso, Mis Maravillas y prodigios cierra su corazón a Mí, optando por la vida de pecado, donde se engendra la muerte y la soledad.
Pobres hijos Míos que levantan su mano contra Mí, culpándome de sus desgracias y sus desdichas.
Si estudiaran detenidamente la vida de mi siervo Job se darían cuenta, iluminados por Mi Luz, que Yo doy libertad y nunca jamás sujeto a nadie a Mí si no es con su pleno conocimiento y consentimiento.

Por eso, ¡Oh amada humanidad!, vengan, vengan a Mí, vivid ya abandonados a Mi Voluntad, a Mi Providencia Divina.
Yo Soy un Padre protector, pero también exijo de Mis hijos la entrega total que no pondera nada.
Haré volcar los tesoros de los Cielos sobre vosotros, hijos Míos, y tendré compasión del que me invoca, le daré la vida nueva y el conocimiento de las cosas futuras.

Mirad que Mi Justicia viene pronto, veloz como un rayo, rápido como una centella.
En un abrir y cerrar de ojos verá la humanidad la mirada justa y pura de Mi amado Cordero.

¡Oh amadas naciones!: escuchad, meditad Mi Palabra y no erréis el camino.
No digan más: “Dios no existe”, sí que existo.
No digan más: “Dios nos ha abandonado”, Yo nunca abandono al que es justo y bueno.
Al que guarda Mi Ley constantemente le envío el fuego y el rocío de Mi aliento sobre la faz de la Tierra pero, ¡Oh criaturas Mías!, no busquéis la felicidad por los caminos del error, la idolatría y la oscuridad.

Dejadme entrar en vuestras vidas, en lo más profundo de vuestros corazones y no impidáis que se manifieste la Gloria de Mi Nombre.
No despreciéis la Sangre que en la Cruz fue derramada.

Clamad ahora a la Sangre Preciosísima de Mi Hijo amado Jesucristo para que podáis ser protegidos de las fuerzas del mal.

Os otorgo mi bendición a todos los que leéis este mensaje.
Yo Soy El que Soy He hablado.

Mi misericordia y Mi paz sean con vosotros.



lunes, 12 de septiembre de 2016

JESÚS: Si ahora rechazáis la cruz ¿cómo alcanzaréis vuestra salvación?

GUARDAOS DE LA CORRUPCIÓN DE ESTE MUNDO
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo
Recibido por “El Discípulo” el 7 de agosto de 2016



Mis amados hijos, las doctrinas del error y la herejía están en medio de vosotros, hábilmente disfrazadas de cosas buenas y justas.
Los tibios no aceptan esta realidad y fácilmente son arrastrados por el modernismo de la nueva era que han implantado ya, por todo el mundo.
Doctrinas heréticas, torcidas, llegan a vosotros de todas partes.
Vosotros debéis entrar, ahora, por la puerta angosta que lleva a la vida.
Esta puerta es vuestra propia cruz con sus propias penalidades.

Si vuestras manos están cansadas, si vuestros brazos no tienen fuerzas, si sus rodillas están vacilantes cobrad ánimo pues estáis bajo el efecto de la corrupción, pues Dios corrige a los que ama y da azotes a sus hijos predilectos.
La mirada de vuestro Padre mira, ahora, a vuestros corazones.
Yo y Mi Padre somos Uno: El Padre está en Mí y Yo en Él, quien me ve a Mí ve a Mi Padre.

Si ahora rechazáis la cruz ¿cómo alcanzaréis vuestra salvación?
No os confundáis, falsos profetas andan por el mundo distorsionando la verdad, disfrazados de ovejas, deseosos de ganar fama, manipulando Mi Palabra y predicando el error.
Mi Evangelio es el Evangelio de la Cruz y quien no acepta Mi Cruz no está aceptando Mi Salvación.
Mi Iglesia sube al Calvario, seréis rechazados por el mundo, tan solo por hablar de Mi Santa Cruz porque el mundo no acepta la verdad y aceptará a los que se acomoden a su forma de pensar  y vivir.

MIS LEYES, LEYES DE MI PADRE EN LOS MANDAMIENTOS NO SE PUEDEN ALTERAR O CAMBIAR.

Mi promesa de Cielo Nuevo no es para los tibios e indecisos sino para los arrojados y valientes que proclaman Mi Verdad, que es una sola.
No hay una verdad limitada al querer, pensar y sentir de la Voluntad Humana sino hay una verdad absoluta que parte desde la Gloriosa Cruz de la santificación.
De ahí, desde esta Cruz, vendrá el triunfo de Mi Remanente Fiel: La Descendencia Sagrada de Abrahám.

Tenéis Mi Fe, Mi Bautizo, Mi Gracia pero os falta Mi Caridad y Compasión, recibidla ahora, porque ya es tiempo, ya el tiempo terminó.

Grandes acontecimientos, uno tras otro, unos al unísono, con un trueno, con el trueno de la Justicia Divina, pero huid ahora de los lugares de maldad y concentraos ya en los lugares donde preservaré de la corrupción al resto de Mis escogidos.

Ahora estáis viviendo los tiempos más críticos y difíciles.
La fe católica está siendo cruelmente atacada: Me quieren quitar a Mí, me cierran las puertas de Mi casa y rechazan Mi Cruz.
Levantaos, pues, soldados Míos, guerreros Míos, y defended la dignidad de la familia y de la vida.
Predicad con valor los valores morales y espirituales  no se dejen intimidar pues vuestro premio será grande: Recibiréis una medida apretada y rebosante.
Yo, Jesús, estoy pendiente de todo, atento a vuestras respuestas y acciones.
Recibid Mi bendición.

IXTUS