BAJO LA MIRADA DEL PADRE
Recibido por “El Discípulo” el 25 de
agosto de 2016
Amada Humanidad os habla vuestro Padre
… escuchad …
He observado detenidamente las acciones
de los hombres en la Tierra que por amor he creado.
He sometido toda la creación y todas
las cosas a Mi amado Hijo a Él le he otorgado todo poder sobre la Creación y
sobre todos Mis hijos. El Cordero Inmaculado cuya Sangre redimió de una vez y
para siempre la creación entera.
Yo Soy un Padre Creador y amo la vida.
Mía es la naturaleza, los astros, los
mares, desde siempre existo y para siempre soy Dios.
Antes de Mí y después de Mí no existe
para el mundo ninguna forma de salvación eterna sino es por la Sangre
Preciosísima de Mi Hijo amado Jesús.
Más, sin embargo, Mi Justicia está
sobre el mundo, pues Yo Soy Justo y Santo.
Tendré misericordia de todo aquel hijo
Mío que vuelva a Mí, arrepentido de sus culpas, implorando Mi perdón, Mi gracia
y Mi Paz.
Espero a todos para abrazarlos y
llenarlos de Mi amor, antes de que llegue el Día Grande de la Emancipación, de
la Restauración mediante la Purificación.
¿Qué mensaje podría hoy transmitirle al
mundo si no un nuevo llamado a la reconciliación?
A pesar de que Yo Soy El que Soy tiene
dominios sobre toda la creación siempre respetaré el libre albedrío de la
criatura humana: Quiero su voluntad y su conciencia, su alma solo para Mí, por
eso soy un Dios celoso, no solo de Mi Gloria sino por Mi criatura débil, frágil
que es el hombre.
Gran importancia tiene para Mí el
corazón del hombre el cual al ver, incluso, Mis Maravillas y prodigios cierra
su corazón a Mí, optando por la vida de pecado, donde se engendra la muerte y
la soledad.
Pobres hijos Míos que levantan su mano
contra Mí, culpándome de sus desgracias y sus desdichas.
Si estudiaran detenidamente la vida de
mi siervo Job se darían cuenta, iluminados por Mi Luz, que Yo doy libertad y
nunca jamás sujeto a nadie a Mí si no es con su pleno conocimiento y
consentimiento.
Por eso, ¡Oh amada humanidad!, vengan,
vengan a Mí, vivid ya abandonados a Mi Voluntad, a Mi Providencia Divina.
Yo Soy un Padre protector, pero también
exijo de Mis hijos la entrega total que no pondera nada.
Haré volcar los tesoros de los Cielos
sobre vosotros, hijos Míos, y tendré compasión del que me invoca, le daré la
vida nueva y el conocimiento de las cosas futuras.
Mirad que Mi Justicia viene pronto,
veloz como un rayo, rápido como una centella.
En un abrir y cerrar de ojos verá la
humanidad la mirada justa y pura de Mi amado Cordero.
¡Oh amadas naciones!: escuchad, meditad
Mi Palabra y no erréis el camino.
No digan más: “Dios no existe”, sí que
existo.
No digan más: “Dios nos ha abandonado”,
Yo nunca abandono al que es justo y bueno.
Al que guarda Mi Ley constantemente le
envío el fuego y el rocío de Mi aliento sobre la faz de la Tierra pero, ¡Oh
criaturas Mías!, no busquéis la felicidad por los caminos del error, la
idolatría y la oscuridad.
Dejadme entrar en vuestras vidas, en lo
más profundo de vuestros corazones y no impidáis que se manifieste la Gloria de
Mi Nombre.
No despreciéis la Sangre que en la Cruz
fue derramada.
Clamad ahora a la Sangre Preciosísima
de Mi Hijo amado Jesucristo para que podáis ser protegidos de las fuerzas del
mal.
Os otorgo mi bendición a todos los que
leéis este mensaje.
Yo Soy El que Soy He hablado.
Mi misericordia y Mi paz sean con
vosotros.
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