Mensaje de
Nuestro Señor Jesucristo a la humanidad
15 de septiembre de 2016
Oh amadísima Humanidad, el
ruido de la Justicia Divina os despertará del amargo letargo en la que están
sumergidas vuestras almas. El velo que Voy a descorrer descubrirá las nefastas
intenciones del corazón.
Oh generación ¿hasta
cuánto tiempo tendré soportar vuestras acciones? ¿No os cansáis de ofender a la
Divina Providencia? Desprovistos de la caridad ultrajáis al pobre y
despojais de los bienes a las viudas,
olvidáis el clamor de los huérfanos y el clamor del anciano abandonado. Además
el buen juicio ha huido de vosotros y ocultáis vuestra miseria bajo un disfraz
de religiosidad.
Os hablo hijos Míos en
este mensaje del Temor de Dios, este don maravilloso por el cual el mundo se
sostiene. La falta de respeto a lo Sagrado y Divino clama a la Justicia Divina,
la autosuficiencia de las criaturas se transforma ahora en olvido de lo Divino,
de lo Santo, de lo Puro, de lo Verdadero.
Oh humanidad incrédula e
infiel, ¿por qué olvidáis Mi Promesa? Me es difícil llevar vuestras cargas,
para Mí no son pesadas pues Yo Soy Dios, Yo Jesús, no os reprendo por las
causas de estas cargas sino porque os dais libertad para pecar, pecados
deliberados, conscientes de vuestras culpas y destino final. Aun así seguís
pecando, huyendo del Santo Temor de Dios.
La redención y
regeneración de la Tierra pertenece a la Justicia Divina de Mi Padre. Ya se
descorre el velo de la iniquidad. Pronto gemiréis de los terrores y angustias
que vendrán sobre la Tierra de improviso. El vuelco de la Tierra sorprenderá a
muchas almas pecando y ofendiendo Mi Santo Nombre.
El castigo por los pecados
del mundo está cerca. Seguís derramando mi sangre de sacerdotes ¿Creéis que la
Justicia de Mi Padre soportará esto?
¡De ninguna manera! La
sangre de Mis Consagrados en países de misión clama a Mí, al igual que el
clamor enorme de los Ángeles de los niños abortados llega a oídos de Mi Padre.
¡Silencio oh humanidad!
Escuchad el Trueno de la Justicia y preparaos para la Tribulación Final. Por no
haber escuchado al Profeta andarán errantes, buscando agua y pan, pero a
vuestro lado sólo habrá desolación.
Entiende Humanidad, hay un
salto de esta Tierra hasta la Morada Celestial, pero el Cielo Nuevo y Tierra
Nueva se habrán unido totalmente, el Cielo con la Tierra.
¡Abrid no sólo vuestro
oído, sino vuestro corazón para que puedan estampar en él los Misterios
Sagrados de Mi Pasión.
¡Alerta humanidad!
Preparaos para el desenlace de la historia. Vendrá un tiempo de falsa paz, de
falsa seguridad, y esa será una señal inminente del Brazo Poderoso de Mi
Justicia. Yo Soy el que Soy, y fuera de Mí no hay Dios tan Misericordioso, pero
habéis rebasado la medida, habéis abusado de Mi Confianza y habéis elegido al
amo de este mundo como señor.
¡No hagáis inválido Mi
Dolor y Mi Sacrificio en la Cruz! ¡No clavéis más espinas en Mi Cabeza! ¡No
agrandéis los orificios de los clavos en Mis Manos y en Mis Pies! No os tapéis
los oídos, escuchad Mis razones y Mis quejas pues Yo Soy Dios y no Soy injusto
con vosotros… en la misma medida que habéis ofendido a Mi Persona en esa misma
medida recibiréis el pago de Mi Justicia.
Oh humanidad, escucha Mi clamor,
vuelve a Mí antes que la Ira de Mi Padre se derrame y no haya nada que pueda
detenerla.
Yo Soy Jesús en el Madero,
Yo el mismo Dios Verdadero os ha hablado y firmo con Mi Sangre.
Ixtus
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