viernes, 7 de octubre de 2016

Mensajes y Advertencias de Nuestra Madre La Bendita Virgen María

Mensajes y Advertencias de Nuestra Madre La Bendita Virgen María



[Visión del Discípulo y comentario]

En una visión nocturna, cuando el sueño es más pesado vi que llevaban presos a muchos sacerdotes. Todos ellos propiamente vestidos, fueron sacados con violencia de sus casas, donde dormían. Vi, que si alguno se oponía a que se lo llevaran, le disparaban un tiro en la cabeza. Eran soldados que decían maldiciones en contra de Nuestra Santísima Madre y la Iglesia Católica. Traían unas cruces de un material frágil y las hacían pedazos prendiéndoles fuego. Yo el “Discípulo”, me angustié pero el ángel de mi Guarda Obed me dijo;
 “Discípulo, observa bien, para que puedas describir esto”. Yo “Discípulo” vi que todos los sacerdotes eran asesinados uno por uno y apilados sus cadáveres escupían sobre ellos, se hizo un gran silencio, luego escuché una risa macabra que se burlaban diciendo “¡Hemos hecho un gran trabajo, felicitaciones!”
Vi a Nuestra Madre Bendita después de esto toda llena de luz, era Nuestra Señora del Rosario que me dijo algunas palabras de consuelo, luego escuché su voz suave, dulce, tierna, pausada.
Nuestra Señora:
Mi pequeño corazón, quiero que escribas esto:
La sangre de Mis Consagrados cubre la faz de la Tierra. A este crimen se le suman muchos más. La confusión reina y Mis hijos pierden la paz. La oración constante y reparadora será vuestro alimento en los momentos cruciales.
Europa se prepara para la guerra. Una batalla interna se está desarrollando ahora y las cosas se han salido de control.
Conservad vosotros la calma y no caigáis en la confusión. Los que se pierden en el camino, son aquellos que se olvidan del gran poder y efecto que se obtiene de los sacrificios y la oración reparadora. Bien lo dijo Mi Hijo Amado “Son pocos los que se salvan, pues la puerta de la salvación es angosta y pocos son los que entran por ella”.
Cuando el Universo se conmueva desde sus bases, cuando la ignominia, los escases y el hambre se apoderen de toda esta Tierra, Yo como vuestra Madre que soy, os protegeré, os cuidaré si sois fieles a los mandatos de Dios.
Apagaré las llamas ocasionadas por los dardos y flechas del maligno. Estáis bajo Mi Manto y Mi Gracia y ningún mal, ninguna calamidad os alcanzará. Haré bajar los tesoros divinos del Corazón de vuestro amoroso Padre, pues sois parte de la heredad que habéis hecho caso a Mis llamados de integrarse a una Comunidad de Amor Fraterno. Dios, vuestro Creador y Padre desea llevarlos paso a paso por Mi mediación a la santidad, a la vida de pureza y de virtud.
Ah queridos hijos, las virtudes divinas vencen la naturaleza humana y la someten al querer de la Divina Voluntad.
 Cuando Yo vuestra Madre os hablo; lo hago con el firme propósito de ayudarlos a vivir las virtudes, a que sean como aromatizantes florecillas puestas por Mi Mano para adornar el Trono de Mi Santo Hijo Jesús.
Mis Comunidades de reparación ya están en la Tierra con el poder divino de la Santa Trinidad para preservar la fe y la doctrina verdadera. Cuando se esté apagando la fe viva y muchas almas fallezcan de inanición, cuando los corazones se congelen a causa de la falta de la Llama viva del Amor de Mi Corazón, surgirá entonces, un tiempo crucial de tomar una decisión final por lo santo, por lo bueno, por lo verdadero.
El Misterio de la Iniquidad se ha develado, un espíritu de error desviará la Doctrina Verdadera despojándola de su sentido y significado. Vosotros hijos hermosos Míos, levantaos con alegría, con fe, con valor para defender la Verdadera Iglesia en la cual florecen las más excelsas virtudes.
Yo Soy vuestra Madre, la Reina Victoriosa del Santo Rosario. Rezad mucho por Mis Consagrados, os doy Mi Bendición.



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