Mensajes y
Advertencias de Nuestra Madre La Bendita Virgen María
[Visión del Discípulo
y comentario]
En
una visión nocturna, cuando el sueño es más pesado vi que llevaban presos a
muchos sacerdotes. Todos ellos propiamente vestidos, fueron sacados con
violencia de sus casas, donde dormían. Vi, que si alguno se oponía a que se lo
llevaran, le disparaban un tiro en la cabeza. Eran soldados que decían
maldiciones en contra de Nuestra Santísima Madre y la Iglesia Católica. Traían
unas cruces de un material frágil y las hacían pedazos prendiéndoles fuego. Yo
el “Discípulo”, me angustié pero el ángel de mi Guarda Obed me dijo;
“Discípulo, observa bien, para que puedas
describir esto”. Yo “Discípulo” vi que todos los sacerdotes eran asesinados uno
por uno y apilados sus cadáveres escupían sobre ellos, se hizo un gran
silencio, luego escuché una risa macabra que se burlaban diciendo “¡Hemos hecho
un gran trabajo, felicitaciones!”
Vi
a Nuestra Madre Bendita después de esto toda llena de luz, era Nuestra Señora
del Rosario que me dijo algunas palabras de consuelo, luego escuché su voz
suave, dulce, tierna, pausada.
Nuestra
Señora:
Mi
pequeño corazón, quiero que escribas esto:
La
sangre de Mis Consagrados cubre la faz de la Tierra. A este crimen se le suman
muchos más. La confusión reina y Mis hijos pierden la paz. La oración constante
y reparadora será vuestro alimento en los momentos cruciales.
Europa
se prepara para la guerra. Una batalla interna se está desarrollando ahora y
las cosas se han salido de control.
Conservad
vosotros la calma y no caigáis en la confusión. Los que se pierden en el
camino, son aquellos que se olvidan del gran poder y efecto que se obtiene de
los sacrificios y la oración reparadora. Bien lo dijo Mi Hijo Amado “Son pocos
los que se salvan, pues la puerta de la salvación es angosta y pocos son los
que entran por ella”.
Cuando
el Universo se conmueva desde sus bases, cuando la ignominia, los escases y el
hambre se apoderen de toda esta Tierra, Yo como vuestra Madre que soy, os
protegeré, os cuidaré si sois fieles a los mandatos de Dios.
Apagaré
las llamas ocasionadas por los dardos y flechas del maligno. Estáis bajo Mi
Manto y Mi Gracia y ningún mal, ninguna calamidad os alcanzará. Haré bajar los
tesoros divinos del Corazón de vuestro amoroso Padre, pues sois parte de la
heredad que habéis hecho caso a Mis llamados de integrarse a una Comunidad de
Amor Fraterno. Dios, vuestro Creador y Padre desea llevarlos paso a paso por Mi
mediación a la santidad, a la vida de pureza y de virtud.
Ah
queridos hijos, las virtudes divinas vencen la naturaleza humana y la someten
al querer de la Divina Voluntad.
Cuando Yo vuestra Madre os hablo; lo hago con
el firme propósito de ayudarlos a vivir las virtudes, a que sean como
aromatizantes florecillas puestas por Mi Mano para adornar el Trono de Mi Santo
Hijo Jesús.
Mis
Comunidades de reparación ya están en la Tierra con el poder divino de la Santa
Trinidad para preservar la fe y la doctrina verdadera. Cuando se esté apagando
la fe viva y muchas almas fallezcan de inanición, cuando los corazones se
congelen a causa de la falta de la Llama viva del Amor de Mi Corazón, surgirá
entonces, un tiempo crucial de tomar una decisión final por lo santo, por lo
bueno, por lo verdadero.
El
Misterio de la Iniquidad se ha develado, un espíritu de error desviará la
Doctrina Verdadera despojándola de su sentido y significado. Vosotros hijos
hermosos Míos, levantaos con alegría, con fe, con valor para defender la
Verdadera Iglesia en la cual florecen las más excelsas virtudes.
Yo
Soy vuestra Madre, la Reina Victoriosa del Santo Rosario. Rezad mucho por Mis
Consagrados, os doy Mi Bendición.
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